martes, 30 de noviembre de 2010

M E S T R A L





I

¿qué viento
es este
en el cual sopla
el Mestral?


II

(qué viento
que en las agujas de romero
parte y deja
la rama de almendro).


III
-no es Sur,
no separa del cielo la meseta,
-es igual,
su aullido
también
hace rehenes.


IV
el viento
-que es otro viento-
se queda
el golpe
periódico
de puertas mal candadas,
algo me dice
que han vuelto a expulsarnos
del Tigris
y del Eufrates!


V
no los pasos
-que aún
no son los pasos-,
no,
los asuntos del viento
son otros:
conocer desertores,
gentes del orsay
y forasteros de la frontera,
a todos
les fía –a diferente usura-,
los secretos
de la hipotenusa.


VI
-no hay voz,
tampoco se ve
el viento
en la rama de almendro,
-ha de mudar
de grava,
-sí, pero aún no sabe
si, también,
ha de abrir
otro cielo
en el atajo.



VII
poco a poco,
en
otro viento
de
otro viento,
el viento
encalma
y
la soledad
abre, otra vez,
sus galerías
de caracoles vacíos.



VIII
¿qué viento
es este
que deshabita
el Mestral?








Para 0 Comentario: Primero pediros disculpas porque no he comentado nada en vuestras últimas entradas. Estoy un poco abducido por mi doble vida -la que me da de comer todos los días- y no tengo el tiempo necesario para ponerme hacer un comentario con un mínimo de fundamento analítico.
Este poema es un antiguo poema de hace un par de años. Y del cual me acuerdo siempre que el Mestral sopla por esta zona. Es un viento con mucha similitud en su cadencia con los vientos patagónicos, no así la Tramontana a la cual conozco y mucho. Siempre me resultó un viento de violencia desatada e imposible de trasladarlo a una actitud poética, sin duda el déficit es mío, claro.
Respecto a las fotos la primera es de la playa de Vilanova y la segunda de una ráfaga de viento Sur patagónico y fue extraída de Google.
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8 comentarios:

MARIA FABIANA CALDERARI dijo...

Al menos el viento nos trajo tus letras.
Saludos! Viento norte por estos lados ( nos sobra tierra y calor...)

Antonio Tello dijo...

El mestral como el vendaval nos barren y dejan nuestras ramas desnudas. Sea el viento de la historia, el del destierro, el de lo inefable como bellamente y ritmo casi violento lo recreas, amigo Hugo.
Por lo demás, no te preocupes. Lo importante es saber que estás ahí, resistiendo tanto viento inoportuno.

mariajesusparadela dijo...

Ah, yo conozco el Norte, que a veces hiela el alma.

Francesc Cornadó dijo...

Mestral

El azul oscuro de la noche es de una negrura densa
y el mar es tan negro como una boca de lobo.
Me lamento si conmigo no está la luna
y dudo sin los luceros.

No conozco el rumbo.
Sólo el frío se hace presente como una navaja.
Solo, sumido en la bóveda de negrura,
temo la incertidumbre de los nuevos cantos a la aurora.
El eterno canto de las Sirenas.
El engaño.

hugo dijo...

Hola Fabiana:
Gracias por tus palabras.
Aquí el viento Norte siempre es viento frío. O bien sopla del Ártico y entonces es húmedo o bien es continental -Siberiano- y entonces es seco, el frío es intenso y, generalmente, suele dejar nieve a ras de mar.

Mestral nace como expresión de un desconcierto que te puede crear el viento y tu memoria del viento.

salaut.

hugo dijo...

Hola Antonio:

Muy buena lectura del viento más allá del hecho físico o de la memoria. El IV, V y VI poemas apuntan al viento en el que sucede el destierro, la soledad del exilio incesante, las caídas, las incorporaciones, la búsqueda de la rama de almendro que traiga y deje la luz para continuar en camino.

Muchísimas gracias por pasar por aquí.

salut,
hugo

hugo dijo...

Hola María Jesús:
Sí el viento Norte nos hiela siempre y a veces, sólo a veces nos hiela el alma. Aunque con más frecuencia de la deseada la realidad nos hiela el alma y no hay viento que lo componga -sí, el de la historia, pero se prodiga poco el puñetero-

Gracias por pasarte por aquí.

salut,
hugo

hugo dijo...

Hola Francesc:

Todo un honor que a un poema se lo comente con otro poema.
Tanto el arranque de la segunda estrofa como la resolución con ese canto-engaño me parecen interesantes porque le otorgan al Mestral la máscara y el señuelo, la celada y la realidad siempre a partes iguales. Algo de eso hay también en mi Mestral de la expulsión y el destierro.

Gracias por pasarte por aquí y dejarme las palabras de tu poema.

salut