(...una madre lo que se dice una madre lo que todos entienden por la palabra madre o mamá no lo fuiste nunca tus hijos siempre fueron Horacio y Adriana porque a mi no sólo no me esperabas sino que quisiste abortarme pero no pudiste porque Sainz de Mendiguren el médico que siempre te los había hecho y amigo de papá se había suicidado o lo habían matado que nunca quedó claro y los tres médicos que consultaste te recomendaron parir porque no resistirías otro aborto y tuviste un embarazo de mierda y me odiaste desde entonces y apenas nací te faltó tiempo para hacerte la ligadura de trompas todo esto me lo contó la tía Évelin pocos días antes de mi partida mientras tomábamos mate con bollitos de grasa me contó que papá no era mi padre natural y cuando supe quien era lo entendí todo y pensé ¡hay que ser puta para hacer lo que hiciste! y antes de irme de Montevideo pensé en largártelo a la cara decírtelo con todos los detalles sólo para ver qué respuesta te inventabas pero al final decidí joderte y dejarte con la duda de saber de qué estaba enterada yo qué me había contado y qué se había callado tu hermanita Évelin que estoy segura que en estos momentos ella también te desea una agonía infinita y el día de mi partida te pusiste a llorar en el aeropuerto y a representar las emociones y todas esas estupideces de las que tanto te gusta hablar pero yo sabía que en tu interior agradecías que me fuera a la mierda daba igual adónde lo único que te interesaba era que la machorra de tu hija Ornella desapareciera que pusiera por medio el Océano Atlántico y los más de diez mil kilómetros que hay entre Montevideo y Barcelona ¿y sabés una cosa? yo también no veía la hora de perderte de vista porque pensaba que por más mal que me fuera siempre estaría mejor que seguir a tu lado y ahora sé que no me equivoqué...
Ornella observa a su madre dormida en la cama de la UVI. Observa la respiración acompasada de su madre. Observa el sube y baja de su pecho. Ornella corrige su postura en la silla. Está incómoda. Niega con la cabeza. Observa los tubos que entran y salen del cuerpo de su madre. Una mueca de disgusto le serpentea los labios.
...pero resulta que la señora no puede dejar a la gente en paz y ya ves llevo una semana aquí viniéndote a ver a la UVI una hora a la mañana y una hora a la tarde ¿para qué? para nada mientras tanto he dejado colgado mi trabajo en Barcelona mis amigas y mi felicidad ¡y a correr! que la señora se está por morir por su puta culpa se está por morir por no haberse aceptado nunca tal como es porque vos siempre fuiste gorda mamá y has pasado toda tu puta vida con la ansiedad de todas las gordas aborreciéndote ante el espejo que cuando Adriana me contó lo que habías hecho no supe si reírme o darme media vuelta y volverme a Barcelona pero decidí quedarme aunque haya tenido que volver a verle la jeta a la familia que me tocó en la tómbola por ser hija tuya esa parentela que quisiera ver muerta y enterrada y decidí quedarme para ver si esta vez te dejas de joder para siempre...
Ornella observa a su madre sedada. Observa los cables, los tubos, las sondas, las vías de poliester que se concentran en su brazo derecho. Mira el reloj. Se muere por fumarse un pitillo, pero aún ha de esperar veinte minutos.
....sí pero también decidí quedarme para verlo a papá en Buenos Aires y ya tengo concedida una visita para el domingo porque él sí que tiene motivos para sentirse mal me indigna pensar en todo lo que hizo él por Uruguay y ahora este gobierno de mierda se olvida se lava las manos y lo abandona en una cárcel argentina acusado no se sabe muy de qué y yo te pregunto aunque no hace falta que me respondas ¿qué has hecho vos por papá? ¡nada! ya sé no hace falta que me recuerdes que ustedes llevan años divorciados pero te podrías haber movido para que lo devolvieran a su verdadera patria podrías haber ayudado a Horacio ese hijo que pariste y no te merecés para contratar unos buenos abogados argentinos pero para vos eso es mucho pedir a veces me pregunto porqué te casaste con papá más allá que tu familia y la de él eran todos militares, “colorados” y muy amigos de Bordaberry y Aparicio Méndez y que vos cuando te casaste tenías bastante adelantado el embarazo de Horacio y me parece que por eso nunca supiste o no te interesó saber que te habías casado con un tipo muy inteligente demasiado inteligente y que se merecía encontrar algo más interesante que un arado como vos porque decime el Ejército no manda a cualquiera a estudiar tecnología a Estados Unidos y fue por seis meses y los gringos se lo quedaron dos años más por algo sería pienso yo aunque ya sé que para vos eso nunca tuvo importancia vos aprovechaste ese tiempo sin papá para correrte la gran vida o quizá ya te has olvidado ahora de tus viajecitos a Buenos Aires o a Río de Janeiro y que siempre venías con alguna peste distinta o de aquella gonorrea que te pescaste que si no es por Adriana que te internó en el Clínicas te hubieras muerto como te merecías...
Visita de cinco a seis de la tarde. Horacio y Adriana, los hermanos de Ornella, no han podido venir. Su madre abre los ojos. Su mirada recorre el techo los tubos y cuando Ornella se acerca, niega con la cabeza y vuelve a dormirse. Ornella sonríe.
...hoy a la mañana me sorprendí hablando sola y pensé que no era raro porque con vos siempre fue inútil hablar a no ser que en la conversación fueras vos el centro de atención y a veces creo que si no me volví más loca de lo que estoy fue gracias a Adriana y sobre todo a Horacio que más que mi hermano mayor fue como un padre para mi porque yo aunque fuera chica ya sabía que papá no se podía ocupar mucho de mi porque en cuanto volvió de Estados Unidos lo ascendieron pero además se trajo la representación de un par de empresas gringas de instalaciones para hospitales y gracias a él se renovaron un montón de máquinas del Hospital Militar y mirá si será crack el tipo que él solito lo dirigió todo y salió tan bien que no parecía que hubiera sido obra de un uruguayo y de eso nadie se acuerda ahora porque parece que lo único que hizo papá fue traer las dichosas maquinitas para los manicomios de las que nadie tiene idea pero de las que hablan y hablan y resulta que todo viene porque el Ejército se las vendió a los del manicomio Vilardebó y papá hizo la gestión porque él tenía la representación y eran unas maquinitas que estaban muy bien porque se usaban cuando los loquitos se descontrolaban y en lugar de camisa de fuerza que es lo que papá te tendría que haber puesto a vos en lugar de eso a los loquitos le aplicaban la maquinita y los dejaban mansitos como gato con sueño y papá además de venderlas les enseñaba cómo tenían que usarlas para no pasarse y ahora ya ves los jueces argentinos dicen que esas maquinitas las utilizaron el Ejército y la Marina para hacer no sé qué experimentos con tipos que estaban presos y que después desaparecieron y parece que los militares chilenos y los brasileros les compraron a nuestro Ejército algunas partidas y hay denuncias de que ellos también las utilizaron para hacer experimentos con presos pero según me ha dicho Horacio resulta que papá tenía la representación de las maquinitas pero su firma no aparece en ningún documento y además en aquella época no sé si te acordarás papá ya estaba de agregado militar en Sudáfrica y allí les renovó también las máquinas de un par de hospitales y quedaron tan encantados con él que lo contrataron para lo mismo en otros países africanos Nigeria Egipto Marruecos Libia y no sé cuantos más por supuesto que también les vendió partidas de esas maquinitas o es que acaso en esos países no hay locos decime y si después las usaron para otras cosas papá no tiene la culpa me parece a mi ¿no? pero es inútil preguntarte algo a vos porque ahora que estás así pero cuando podías hablar te callabas porque a la señora lo único que le interesaba era gastar comprarse la ropa en París o pasarse un mes en Miami la guita entraba a trojas en esta casa y vos no te privabas de nada mientras papá no hacía más que trabajar y sacrificarse por nosotros durante los dos años que estuvo en África viéndonos apenas veinte días para Navidad dos años entre aquella gente imaginate viajando de acá para allá y a vos si algo te preocupaba era saber si tenía o no tenía una negra que lo consolaba y saliste de dudas aquel 6 de enero del 77 cuando le encontraste unas fotos y descubriste que su amante era blanca, holandesa y estaba buenísima porque en todas aparecía en bolas y entonces te pusiste histérica y dijiste que no te divorciabas en ese momento por el mal que podías hacerle a tus hijos ¡mentirosa de mierda! cuando papá volvió de África y se enteró de tus historias no lo dudó ni un segundo se reunió con Horacio y Adriana y les explicó que se divorciaba de vos y se iba a vivir al barrio de oficiales ya ves prefirió irse a vivir solo que seguir con vos y me acuerdo bien que lloraste con tus lágrimas de cocodrilo porque por dentro te sentías más feliz que nunca...
Ornella comparte café con sus dos hermanos antes de que ellos vuelvan al trabajo –Horacio es médico militar y Director de Programación en el Hospital Militar y Adriana dirige una inmobiliaria en sociedad con la mujer de un capitán-. Ornella dice que el médico no es nada optimista. Horacio dice que él habla todos los días con el médico. Horacio dice que una operación de páncreas si se complica con un infarto de dos minutos sin pulso siempre tendrá mala solución. Horacio dice que todos tienen que “hacerse a la idea de que si sale con vida se quedará eternamente vegetal”. La palabra “vegetal” hace estremecer a Adriana. Ornella fuma. Apura su segundo café y dice que ella tampoco es optimista. Se despiden. Ornella entra puntual en la UVI. Sonríe a la enfermera. Se sienta y espera.
...acabo de hablar con Horacio y Adriana y ninguno de tus tres hijos es optimista con vos el médico tampoco es optimista porque si salís de esta es para quedarte vegetal eternamente vegetal y sabés de qué me acordé del destino que vos le diste a Fede aquel monito que papá me había traído de regalo después del primer año en África vos le dijiste de todo a papá le dijiste que sólo a un desubicado como él se le podía haber ocurrido traerle un mono a la nena y Fede era como una personita y comía en mi mano y jugaba conmigo pero claro como buen mono Fede era pajero y para vos el mono era un mal ejemplo aunque en casa el único mal ejemplo siempre fuiste vos y un día me levanto y el mono ya no estaba vos me dijiste que se había escapado durante la noche ¡mentirosa de mierda! una semana después Adriana me dijo que se lo habías regalado a aquel médico amigo de papá que hacía experimentos con animales y acabó pegándose un viaje de heroína sin retorno y cada vez que recuerdo a Fede lloro como ahora y pienso que vos siempre fuiste un mala persona y sabes ¿qué? hoy me piro antes de hora porque estoy pensando que merecés quedarte para siempre como un vegetal
Diez de la mañana. Ornella observa a su alrededor. Dos camas vacías. Faltan el fumador con cáncer de pulmón y una señora que había sido atropellada por un coche. Comenta con la enfermera. La enfermera trabajó en el Hospital Militar y conoce a su hermano Horacio La enfermera dice “Se fueron en el avión de las seis de la mañana”. Sonríen.
...ayer a la tarde te dejé porque en el fondo estoy podrida de venir aquí al pedo para asistir a tu agonía infinita que es casi un adelanto de tu velorio por suerte dentro de diez días me vuelvo a Barcelona pase lo que pase porque allá sí hay gente que me quiere bien y no como vos que siempre quisiste que me casara con el hijo de algún ganadero rico que nos colocara en la “crem de la crem” uruguaya me acuerdo de aquel gordito que los viejos tenían campos en Argentina y estudiaba Económicas que me traía flores y a vos cajas y cajas de bombones y al final te lo terminaste cojiendo vos que cuando me enteré estuve riéndome un mes seguido o aquel otro Marcelo Arrigondo hijo del mayor especulador financiero a ambas orillas del Río de la Plata y que vos insististe para me lo presentaran en la fiesta de quince de Isabel Dupuy y este por suerte se dio cuenta de que a mi gustaba Isabel y se abrió enseguida porque vos nunca aceptaste que a mi no me gustaran los hombres aunque mirá yo siempre he estado de acuerdo con Horacio cuando dice que los hijos y las hijas de militares se han de casar siempre con hijos o hijas de militares porque te guste o no los militares son los únicos capaces de mantener la esencia del Uruguay y como también bien dice Horacio si no tenemos conciencia de casta o el comunismo o los argentinos o lo brasileros acabarán devorándonos
Ornella se levanta. La UVI tiene un pasillo central. Ornella recorre el pasillo central. A un lado, se encuentran las personas con pos operatorios breves y, al otro, la gente con pronósticos graves o en estado crítico, es este último sector se encuentra su madre. Las camas están separadas o bien con una cortina –como sucede con su madre- o bien con una mampara translúcida. El acceso a cada recinto siempre se hace a través de una cortina de poliéster. Ornella constata que los recintos vecinos al de su madre están vacíos. Una enfermera le hace señas de que vuelva a su sitio. Obedece. No se sienta. Durante unos minutos toma una de las manos de su madre. Acaricia aquellos dedos escuálidos mientras observa, una vez más, las mangueras con sueros, la máscara de ventilación asistida, las sondas –ya le han quitado la que drenaba la sangre de la herida de la operación- y observa todos los registros de los monitores. Suspira y deja caer aquella mano casi inerte. Niega con la cabeza y sonríe para sí.
... pienso que esta vez la has cagado en serio porque hasta ahora lo más grosso que habías hecho había sido encamarte con el tío Eduardo el hermano menor de papá que según la tía Evelin es mi verdadero padre natural y además tu secreto mejor guardado pero esta vez has ido demasiado lejos y tu puta chifladura por adelgazar como sea y al precio que sea te ha dejado ahí postrada y vegetal porque decime ¿a quién se le ocurre si no a una boluda como vos ir y tragarse un trocito de tenia saginata, un trocito de lombriz solitaria para no engordar? y todo porque te lo había comentado una argentina que se encargaba de organizar desfiles de modelos y que “lo último” entre las modelos argentinas era tragarse un trozo de lombriz para comer y no engordar Adriana me dijo que hasta te hiciste presentar al brujo brasilero que llevaba ese asunto con las modelos argentinas pero a vos después de un tiempo se te infectó todo el aparato digestivo y te atacó el páncreas y cuando te estaban operando para sacarte el bicho tuviste un paro cardíaco de dos minutos sin pulso y aunque ayer Horacio decía jodiendo que parecés un símbolo de Uruguay con una “solitaria” de políticos devorándonos por dentro yo ahora estoy convencida que estás más loca de lo que todos se imaginan y para colmo ayer va el médico y me dice que estás peor de lo que pensaba porque te estás quedando ciega entonces pienso en realidad llevo días pensándolo que lo mejor para que te dejes de joder de una vez por todas es lo que estoy haciendo ahora primero apago el monitor de las constantes vitales para que no se alarme nadie y después te cerraré la ventilación asistida durante dos minutos sólo dos minutos y será lo mejor para vos y para todos.)