La almendra, por su forma, me desconcierta. Celebro tu vuelta.
...Después descubrí también para ellos (los mortales) la ciencia del número, la más excelsa de todas, y las combinaciones de las letras, memoria de todas las cosas, madre laboriosa de las musas. (Prometeo encadenado de Esquilo) Salud Francesc Cornadó
Siempre he pensado que Prometeo, junto a Tántalo y Sísifo son tres grandes transgresores de la Mitología griega, necesarios para que los humanos, participaran, de alguna forma, de la condición divina, aunque luego los castigos fueran ejemplares. Esquilo no hace más que poner en boca de Prometeo palabras que dignifican su osadía.
Suscribo, pues, esa convivencia del número -la teoría, los conceptos abstractos- con la gramática esa herramienta indispensable para la creación o "labor de las musas". La almendra, dentro de la tradición hebrea, no deja de ser aquello que encierra lo que aún no ha sido revelado, es decir, la tensión entre la luz creativa y el número-la teoría del mundo y del ser.
Els vells talps, olds moleso viejos topos son de historia errática como los laberintos de sus galerías.
El primer vell talp fue, en realidad, un old mole que Shakespeare puso en boca de Hamlet. Escena final del primer acto, el Príncipe, casi al borde de un ataque de nervios, reune a sus amigos Horacio y Marcello y les hace jurar que no se irán de la lengua acerca de lo que acaban de ver: Él y el Espectro pegando la hebra en la penunbra. Pero no es un juramento cualquiera, les exige que lo hagan sobre su propia espada. Mosqueo de los amigos que se quedan de piedra cuando el Espectro desde el mismo subsuelo del submundo del foso les espeta un: Swear. Consumado el acto, Hamlet, dirigiéndose al Espectro, exclama: Well said, old mole! Canst work i'th so fast? A worthy pioneer!
Pasados dos siglos y mitad y casi sin moverse de Londres, el vell talp se dejará ver en El 18 Brumario de Luis Bonaparte, un texto excepcional en el que Marx, Carlos Marx, analiza los resultados y perspectivas de las luchas de clases en Francia entre 1848 y 1852. Al final del penúltimo capítulo, el vell talp deviene en protagonista del proceso revolucionario, capaz de quitarle respuestas y legitimidad a la democracia formal burguesa. Marx exclamará, entonces, su famoso: ¡Has hozado bien, viejo topo!
Estamos en 1976, 1977, años de nuestra "ejemplar" y no menos célebre, famosa, moncloizada y "atada y bien atada" trannnnnsición española. Desde la izquierda se comienzan a secretear algunos balbuceos que parecen querer decir ¿lucha de clases? ¿revuelta? ¿re-re-vo-lu-ción? Fatigada por la emoción, nuestra izquierda, como siempre, se quedará a las puertas de casi todo. Es pues, en aquellos años, cuando aparece El viejo topo, una revista que nos consolará de "todo aquello que pudo haber sido y no fue" (Machin dixit).
¿Todo lo anterior da cuenta de la verdad verdadera del nombre-blog? Sí, siemprre que el vell talp, old mole oviejo topo vaya por sus asuntos y sus galerías, se ocupe de buscar la luz en medio de la oscuridad que nos has caído en suerte o, mejor dicho, que se nos ha echado encima (la Europa de la paraplejia política y cultural, del desencanto, de la xenofobia, del me-ne-fre-ga,del tant-se- me'n -fo -tis -me, de los eternos perplejos o del muelle derrotismo de los escépticos). El vell talp ha de hozar (y osar) hasta cargarse estos jardines chino-japoneses con que se anuncia y se vende la varia literatureta ombliguista y tota la colla de cridaners factotums culturals, politiquets del gat per llebre, ninots de la ventriloquia editorial.
Y hasta aquí la explicación del nombre del blog. Yo me quedo en compañía de Shakespeare y de Marx o de Marx y Shakespeare, que tanto monta... No suelen defraudar cuando se encuentran con un vell talp.
ADDENDA: El día 5 de junio de 2009 cambié mi anterior encabezamiento del blog por este Charco de Escher, una xilografía de 1952. De alguna forma representa los criterios centrales de mi poética narrativa. Sólo los pasos y las huellas de otros pasos marcan que lo que sucecede en el cielo es interesante, porque siempre estarán los charcos para aprehenderlo. En esta sensibilidad también es posible encontrar a un vell talp.
2 comentarios:
La almendra, por su forma, me desconcierta. Celebro tu vuelta.
...Después descubrí también para ellos (los mortales) la ciencia del número, la más excelsa de todas, y las combinaciones de las letras, memoria de todas las cosas, madre laboriosa de las musas.
(Prometeo encadenado de Esquilo)
Salud
Francesc Cornadó
Hola Francesc:
Primero, muchísimas gracias por pasar por aquí.
Siempre he pensado que Prometeo, junto a Tántalo y Sísifo son tres grandes transgresores de la Mitología griega, necesarios para que los humanos, participaran, de alguna forma, de la condición divina, aunque luego los castigos fueran ejemplares. Esquilo no hace más que poner en boca de Prometeo palabras que dignifican su osadía.
Suscribo, pues, esa convivencia del número -la teoría, los conceptos abstractos- con la gramática esa herramienta indispensable para la creación o "labor de las musas". La almendra, dentro de la tradición hebrea, no deja de ser aquello que encierra lo que aún no ha sido revelado, es decir, la tensión entre la luz creativa y el número-la teoría del mundo y del ser.
Francesc, espero visitarte un poco más seguido.
salut,
hugo
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