jueves, 6 de marzo de 2014

formas de barbarie de baja intensidad



(el siguiente texto apareció ayer en el diario La Vanguardia -hay además un vídeo que se puede ver entrando en la sección Vida de dicho diario) 

"Mataró (Barcelona). (Efe).- Clio Almansa, una joven de 24 años, ha denunciado a la empresa Ecoline 2010 de Mataró (Barcelona) por "vejaciones injustas y lesiones" al lesionarse cuando participaba en un proceso de selección de personal el pasado mes de octubre.
La empresa, dedicada a la venta de aspiradores, realizó entrevistas de trabajo a 40 personas y, según ha explicado la querellante a los medios, en un momento determinado uno de los empresarios llevó a cabo una dinámica de grupo similar al "juego del pañuelo" con un billete de 50 euros, que sería para el primero que lo cogiera.
Se produjo entonces una avalancha de los aspirantes que causaron a la denunciante la rotura de una vértebra, una lesión que le ha tenido cinco meses de baja.
Almansa ha apuntado que uno de los jefes de la empresa vio que no se podía levantar, pero aun así "no quisieron llamar a una ambulancia". La querellante, a la que representa el bufete Vosseler Abogados, fue finalmente acompañada a urgencias por una compañera. La empresa le hizo a Clio Almansa ese mismo día un contrato indefinido a tiempo parcial.
El primer mes lo cobró, según señala la querellante, aunque "en ningún momento" la llamaron para preguntar cómo estaba. El 21 de noviembre recibió por burofax su despido con el argumento de que no había superado el periodo de dos meses de prueba.
En su denuncia ante los Mossos d'Esquadra de Arenys de Mar (Barcelona), la joven dice que se sintió "humillada, vejada y maltratada".La empresa ya ha cerrado, pero su denuncia la investiga el Juzgado de Instrucción número 5 de Mataró." 


(con frecuencia, desde el neoliberalismo bienpensante, único bienpensante (y si no piensas igual tu destino es la exclusión, el manicomio o la cárcel,¡antisistema, que eres un puto okupa antisistema!), pues desde ese pensamiento instalado desde hace un par de siglos -guerras mediante- en la ideología dominante, se suele acusar y descalificar a Marx - y por ende a todos los que nos reclamamos marxistas- de reduccionistas cuando afirmamos que el el destino de la humanidad se debatirá entre el socialismo o la barbarie; no hay que ser muy listo para observar que cada día que pasa avanzamos aceleradamente, sin frenos y cuesta abajo hacia la barbarie -guerras, drones, limpiezas étnicas, etc. etc.-; ahora bien, existe una barbarie cotidiana, de baja intensidad, pero eficaz para ese pensamiento único: el enfrentamiento de pobres contra pobres, el enfrentamiento de desocupados contra otros desocupados por un puto contrato basura que, no nos engañemos, sólo servirá para las estadísticas del INEM, aquellas estadísticas con las que se enseñorea la casta tardofranquista que nos gobierna cuando saca pecho diciendo "esto funciona"...¡ y tanto que les funciona! 

Sin embargo, en la noticia hay dos aspectos interesantes, uno narratológico -ajeno a lo periodístico-y es la focalización que Clio Almansa hace del relato de su experiencia:el punto de vista recae sobre sus heridas como víctima -que lo es sin duda-de un acto de barbarie empresarial, pero ese mismo punto de vista traza también una línea de sombras:su papel como protagonista activa. Es decir, las heridas que sufre Clio Almansa son producto de la refriega y avalancha en la que ella participa: no es agredida por mantenerse al margen o por expresión de su conciencia crítica, sino por su torpeza o carencia de fuerzas en una lucha evidentemente desigual.

 la focalización del relato lleva implícita una carga ideológica importante:la alarma y la queja viene provocada por los excesos presentes en el hecho y no por el hecho en sí.

El otro aspecto, no sin duda menor, es la cuestión simbólica: el juego del pañuelo, un juego imaginado como intermediario de seducción ( presente ya en la literatura medieval -poesía trovadoresca, etc.-, pintura y literatura del XVI, pintura del Rococó -Wateau, Fragonard, etc.- y literatura galante y erótica del XVIII,). La sustitución del pañuelo por el billete de cincuenta euros provoca el envilecimiento de la intermediación y reduce la seducción a un acto grotesco, bárbaro y trágico. La moneda altera la tradición simbólica y la fetichización del dinero no sólo es parte de la fetichización de la mercancia (Marx, Miseria de la Filosofía), sino que se convierte en el factor determinante de toda seducción... y esto también es un síntoma de la barbarie

Y callo

Salut, República y Socialismo)




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