jueves, 16 de junio de 2011

...Y el azar dispone:


Si, hace ya algunos días que regresé de una semana larga pero corta, cortísima por el valle del Baztán –Oronoz, Elizondo, Zugarramundi, Urdax, bosque de Bértiz, el Bidasoa, por supuesto-, pero también Donosti, Irún, Hondarribia y una escapada por Iparralde – St. Jean de Luz, Bayona -¡Siempre Bayona!- la Baja Navarra, Ainhoa, Ezpelette y St. Pie-de-Port-. Sí, después de estas minivacaciones el regreso ha sido duro.

El lunes y martes pasado me propuse publicar algo, pero un problema con la instalación del antivirus de McAfee – recién estrenado – provocó que el azar dispusiera que hasta el viernes 17 –que tendré la asisténcia de un “técnico superior”- no podré contar con un antivirus.

Ayer 15 tuve que someterme a la enésima intervención quirúrgica sobre mis párpados –sufro lastosis palpebral, una enfermedad genética. Más allá del par de palabros, significa llanamente la pérdida progresiva del músculo elevador de los párpados-. Aunque mis dos párpados están sujetos por sendas prótesis a los músculos superciliares, se hacía impostergable otra intervención para mejorar la visión. Lo que había de ser media hora de operación se convirtió en hora y media larga.
El azar, una vez más, disponía...


Un apunte

Me había planteado publicar un par de micros escritos hace algún tiempo –desde febrero, más o menos- pero me parecía de ética obligada cerrar, aunque fuera provisionalmente, todo lo referente a las acampadas, indignados, etc, etc... Pero, como casi siempre, Heráclito acertaba y el río de la realidad cambió torrencialmente, ¡Y vaya si cambió! El M15M se vio desbordado no por los antisistemas, sino por el gamberrismo lumpen de los que sistemáticamente joden las celebraciones del Barça en Canaletes o revientan cualquier iniciativa reivindicativa legítima –aún recuerdo las Manis contra la guerra y las actitudes de estos “jodedores”- ...Amén de los "secretas infiltrados".

Más allá que personajes como Montserrat Tura o Joan Boada son dignos del más profundo de mis desprecios –una, por establecer una regresión jurídica en lo penal, mientras fue Consellera de Justicia del segundo Govern Tripartito y el otro por organizar el desalojo violento de la sede central de la Universitat de Barcelona, donde se habían encerrado los antiBolonia-. El hecho de pintarle una cruz en la gabardina de la Tura o las bolsas de basura arrojadas a la cabeza de Boada lo rechazo por la gratuito que tiene el acto en si y por el infantilismo individualista y seudoácrata que todo ello significa. Pienso que lo que realmente hace daño político a un sistema de producción injusto, a un sistema de dominación política y a un sistema de medro cultural son las acciones colectivas y nunca los actos individuales, propios de una pequeña burguesía carente de análisis histórico e ignorante, visceralmente ignorante, de la dinámica de la lucha de clases.

Ayer, 15 de junio, el M15M de Plaça Catalunya puso de manifiesto su fragilidad política y su desarticulación organizativa -¡Tanto asambleismo radical! Hay que aprender de la práctica de los trabajadores, la samblea es un recurso, nunca una estrategia-. Tanta militancia antiorganización y antirepresentación pasa una factura dura de aceptar, porque tarde o temprano los provocadores –polis o lúmpenes, es igual- se salen con la suya. Al final, la capitalización política de los hechos de ayer queda en manos de los políticos burgueses –CiU, PSC, PP- o de los antiguos estalinistas reconvertidos al ecologismo “guay” –IC, ERC-, o, paradójicamente, en el discurso deFelip Puig y los Mossos d’Escuadra.


Finalmente, el M15M queda tocado, muy tocado, víctima de su propia improvisación. Si se toma una iniciativa política de un calado tan importante como bloquear el ingreso de diputats al Parlament de Catalunya, se ha de saber no sólo cómo se comienza, sino el resto del proceso –riesgos de la actitud no confrontativa, sentadas, resistencia pasiva, etc- y, sobretodo, cómo se sale. Una iniciativa política alternativa comporta siempre la posibilidad de un fracaso: quedarse sin rescate político o, lo que es peor, quedar desligitimado ante el resto de la sociedad sobre la cual se quiere incidir para provocar un cambio de conciencia ante los déficits evidentes de la democracia parlamentaria.


Sigo pensando que con la indignación no basta, que si se inicia un proceso se ha de saber que el camino será largo, muy largo, más o menos como el del viaje a Ítaca. La voluntad es imprescindible, tanto como la organización y la claridad política.

Y hasta aquí llego porque mi escriba Arnau ha dicho prou... Y mis párpados también.


Salut.





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4 comentarios:

Antonio Tello dijo...

Querido Hugo, aunque tu perspectiva de análisis es distinta a la mía es complementaria. Coincido, como podrás ver en mis posts del Cuaderno de notas, en lo referente al asambleísmo, a cierto comportamiento infantil y a la vulnerabilidad del M-15, pero no creo que esté tocado, al menos por ahora. Es obvio que se necesita algo más, no sólo del M-15 sino también de la clase política y de esa mayoría silenciosa que es la que, en definitiva, decide quien gobierna. Un fuerte abrazo

Francesc Cornadó dijo...

Ante todo deseo de corazón que tu salud mejore. Celebro que hayas tenido unas vacaciones tan buenas y celebro tu regreso al blog.
A estos políticos lo que les gusta es que los indignados estén en la plaza y que vayan pasando la fregona por el pavimento, si la protesta va más allá dicen que es violencia, gerrilla urbana o kale borroka, violencia en la calle, ejerciendo ellos, en cambio, la violencia de los recortes desde dentro de los parlamentos de la venganza.
Salud
Francesc Cornadó

mariajesusparadela dijo...

Yo tampoco creo que esté tocado. Mientras haya internet la minipulación mediática va a ser difícil.

Francesc Cornadó dijo...

Amigo Hugo, en la Nave de los Locos he leído tu "El último hijo de Pasífae", te felicito muy de veras, es un texto magnífico. Tiendes el hilo por nuestro mas antiguo, desde Vilanova hasta Cnosos y muestras las cuitas amargas -histriónicas diría yo- de los dioses.
Salud
Francesc Cornadó