lunes, 11 de mayo de 2015

-y vos quién sos? (cuarteto en prosa menor)



                                       a Laura Klein, Silvia Castro y Raúl Artola

(adagio ma non troppo e molto expresivo)

-y vos quién sos –te pregunta

(Los Inmortales, mesa de ocho
primero, la mirada que ni te niega ni te da
después, la pregunta rasea el mantel,
ha tardado en llegar, piensas, tu vieja conocida ha tardado en llegar, 
alguien, que pone la cara y los ojos, no viene al caso el nombre,
alguien, ha traído la pregunta de la que nunca te salvas 
y, aunque esta vez, de tu palabra no se queda el silencio de los otros,
sabes que la pregunta persigue menos de lo que recela
y que habrás de hacerte cargo no de tus palabras, nunca de tus palabras,
pero sí de las sombras y las dudas, pero sí de aquello que se reviró hasta volverte innombrable, de la condena que rondó sin culpa,
pero la pregunta se esquina y queda medias, siempre queda a medias,
no quiere oír, nadie quiere oír
que cuando diezma el mar el cielo,
tu soledad habita entre los huesos desnudos de las cuadernas).


(allegro molto vivace)

-y vos quien sos –te pregunta

(Los Inmortales, mesa de noche,
y aquella mañana has bajado por Corrientes desde un zaguán de Jean Jaurés al 200 y después de cruzar Callao, has cambiado de aceras, subtes, autobuses
y te has vuelto a marchar,
sabes que eres lo que dejaste de ser, que después del desalojo,  los pasos descuentan el gasto y el olvido, en el anverso va el reverso y en el abismo, cada día, se descompone la esfera,
no, la palabra desafina la pregunta, pero renguea, no da fe de la falta y la ruina ni de lo que ahuecan las puertas, la palabra, en estos casos, es una lamprea en fuga,
cuando la noche vuelva el avión sobre los cuchillos de luces de Buenos Aires, arrojaré por la ventana de Wakefield al otro, al desalojado,
 y ajustaré las moneditas que me ha dejado el cambio de memoria).


(allegro moderato)

(los desertores me enseñaron a lumpenear de reojo el filo de la navaja, es útil, sobre todo, cuando te ponen ante los ojos las lentejas que cambió Jacob y comió Essaú).


(allegro ma non tropo e molto cantabile)

-y vos quien sos –te pregunta

(Los Inmortales, mesa de cuatro,
la pregunta se vuelve sobre si misma, vaguea el azogue 
y muda de mantel el vino,
el orsay no tiene lado fácil y la palabra se porfía hasta dejarla escrita,tu palabra, alzada en orsay porfiado, descalza la pregunta en tierra de nadie
y, después, desliga del pasado un río afinado en grava, 
islas degavilladas de sauces mimbres,
canales con la siesta al cuello,
un viento que hace rehenes bajo el cero de las puertas
 y la hipotenusa que siempre pierde la meseta en el cielo de algún atajo,
eres aquello que no maleó el pasado, claro,
la pregunta, al fin, se deja los ojos en los ojos de la vara de almendro)


(presto)

...y vos quién sos –te pregunta

(Los Inmortales, persiana a medias,
la pregunta cierra sobre el mantel la aduana y propone ir a medias 
con el contrabando de Hermes,
pero primero habrá que quitarle el sello a las copas
para conocer el olor del mar en la sal
o el pacto que la piedra de alumbre cierra a peso
o la luz que la almendra atrapa en febrero y cela hasta octubre
o la letra ligada en el envés de las hojas de olivo que sirve, dicen, para leer el silencio
o la piedra de asperón que reviste la higuera, herencia de una maldición aquea
o el placer inconfesado del toro que engañó Pasífae 
o el olvido del cambio de velas que Teseo mintió a su padre
el sello de la última copa queda a medias con la pregunta
ganas de decir que eres lo que conoces,
aunque un poco menos de lo que tu palabra da de sí)

(adagio quasi un poco andante)

(ganas de decir soy Arlt, soy Rozenmacher, soy Walsh, soy González Tuñón, soy Montale, soy Ungaretti, soy Gelman, y, ganas de decir soy, además, todas las palabras escritas a deshora de estos años, pero sé que he de callar, hay gente que aún se fía de mi)


(allegro)

Los Inmortales, foto, persiana y final,
el orsay no tiene lado bueno, aún así, te acostumbraste a mirar el océano cambiando siempre el punto de vista, mala costumbre de narrador, pensaste,
el horizonte, nunca te preocupó, es la línea de una celada que tensanlos que trafican con el oro del tiempo,
tu, por aquellos días, ya habías decidido que el mar era plano 
y que podías caminarlo sin mojarte los pies,

Jano a tu pesar, el río al que te asomas
corre en otro río que, por la vega, tiene la salida encantada,
el Tigris y el Éufrates suelen desembocar en los pasos de peatones y, en lugar de entrar en ellos, esperas el cambio de semáforo,
esta noche, por ejemplo, tu palabra fue y volvió hasta quedarse a medias, sólo te habían preguntado ¿y vos quién sos?




Para O comentario:

personal he pasado tres semanas en la Patagonia -Valle de Río Negro- de visita a la familia que hacía unos cuantos años que no veía. Por lo tanto, desde el 1º de mayo vuelvo a estar a pie de obra.

acerca de la prosa poética que acabáis de leer:

(Perdón por el cambio de tipografía, pero para lo que pretendía esta tipografía -Verdana y tamaño normal- era lo que mejor se ajustaba)

 1.- Los Inmortales es una pizzería clásica y mítica de Buenos Aires,aunque siempre  preferiré las pizzas de Güerrin, la pizería que está exactamente enfrente,  en Corrientes al 1300.

 2.- La estructura de la prosa poética -poesía ma non troppo- sigue la pauta de los siete movimientos del Cuarteto para cuerdas O.P. 131 de Beethoven... 

Por qué elijo el 131 del Beto?

Hacía tiempo, mucho tiempo que tenía ganas de traducir la estructura de este cuarteto a prosa poética.

Dos aspectos. El primero es la estructura atípica de siete movimientos en lugar de los cuatro que exige el canón -cuenta con un Allegro moderato de un minuto escaso entre el 2º movimiento -Allegro molto vivace- y el cuerpo potente del 4º -. En realidad, los cuatro movimientos están y se puede hacer un ejercicio de amalgama, pero traicionaría las instrucciones de Beethoven que planteaba su ejecución con un attacca, es decir, enlazar los movimientos sin las pausas de rigor. El segundo aspecto es tanto la autoironía o distancia irónica a secas que se aparecen tanto en el Presto como en Allegro -los dos movimientos finales sin contar el brevísimo Adagio quasi un poco andante que los enlaza-, como la clave temporal que recorre todo el cuarteto, no en vano será prácticamente la última obra que firmará Beethoven 6 días antes de morir.

Ahora bien más allá de los elogios de Wagner o del resignado elogio de Shubert -"Después de esto, que más queda por escribir'"-, el 131 es el que inspira a T.S.Eliot  sus Cuatro Cuartetos. El primero de ellos, Burnt Norton  comienza con:

             El tiempo presente y el tiempo pasado
               están quizá presentes los dos en el tiempo futuro
               y el tiempo futuro contenido en el tiempo pasado
               Si todo tiempo es eternamente presente
               todo tiempo es irredimible...//

...y aquí os dejo con esta interpretación del American String Quartet de enero de 2013, muy beethoveniana. -a modo de anécdota el interprete de viola, Daniel Avshalomov moriría en abril de ese año mismo año-,
si alguien se atreve a perder ganando 40 minutos con todos el opus 131 del Beto...

 



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