cuentan
los pasos
que la grava
no resta
(Jacob cabecea
sobre una piedra
el descanso de la fuga
que Esaú le descalza
el caos
le ahonda el sueño
y Yahvéh
entonces
habla en letra ligada:
le promete el cielo de nadie
y le fía el oro del tiempo
los ángeles
apañan de almendro
la escalera
a ninguna parte
que Jacob no ve
despierto
en el desierto de siempre
echa en falta
la vara de medir
la tierra de sus pasos)
el desertor
-que reniega
de arquetipos y símbolos-
en el cielo
de un atajo de grava
le abre los ojos
a una vara de almendro.
Para O comentario:
(Y despertó Jacob de su sueño y dijo: "¡Así pues, está Yahveh en este lugar y yo aún no lo sabía!" Y espantado dijo: "¡Qué terrible lugar es este! ¡Esto no es otra cosa sino la casa de Dios y la puerta del cielo!" Génesis 28, 16-17).
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