jueves, 1 de marzo de 2012

Banalizar

El diario El País del sábado 25 de febrero de 2012, en su página 12 reproducía lo siguiente:

“¿Despido más barato? Ahora sí que sí”
Los asesores de empresas ya usan la reforma laboral como reclamo. Asesoriza, la división editorial de Global Publisers España, oferta un seminario sobre la reforma para el próximo 8 de marzo por un precio de 690 euros.
El folleto de inscripción de tres páginas está encabezado por el título “Saque el máximo partido a la reforma laboral 2012 para su empresa”.
A partir de ahí, pone el acento en medidas que impulsan el despido:


Despido más barato? Ahora sí que sí”. Despidos colectivos para los que basta la decisión del empresario. Despidos objetivos por causas económicas más fáciles de justificar. “Adiós despido exprés... hola nuevo despido exprés”.

También destaca Asesoriza que los expertos del bufete Gómez Acebo & Pombo instruirán a quienes acudan al seminario sobre cómo rebajar sueldos: “Reducción de salarios. Por fin será una posibilidad real”. En cambio, en el penúltimo epígrafe, los asesores destacan que también se hablará de las ayudas para contratar “Bonificaciones a la contratación”

(El artículo lo firma M.V. Gómez de la redacción Madrid de El País
).

(Este reclamo estuvo colgado en la web de Asesoriza hasta el lunes, cuando lo sometieron a un blanqueo “políticamente correcto”).

A veces, cuando hablo de que la barbarie enseña la garra un día sí y otro también, tengo la sensación, al ver, oír, y leer a los demás, de que estoy haciendo catastrofismo, pero cuando alguien publica con ese desparpajo y esa alegría de “pijo-divino-de-la-muerte” cómo joder legalmente al prójimo, cuando se banaliza el drama y tragedia de familias que han quedado en la puta calle, cuando se banaliza la desgracia del otro porque te interesa asesorar la forma de que el otro continúe eternamente en esa desgracia, cuando todo ello se hace amparado en un proyecto político y económico que se apoya, entre otras cosas, en dicha banalización, la pregunta es obvia ¿estamos o no en la antesala de la barbarie? El segundo paso, ya quedó apuntado con el gobierno del PSOE: será enfrentar a pobres contra pobres. Ana Botella contrata voluntarios –es decir, mano de obra gratis- para hacer “casi” el mismo trabajo que los empleados municipales y lo terrible es que hay colas de “voluntarios” ¿qué dicen UGT y CCOO? Silban, mientras miran para otro lado y esperan "mejorar la reforma laboral en el trámite parlamentario" ¡cínicos de mierda!

(Ayer, 29 de febrero, en Barcelona tuvo lugar una de las manifestaciones de estudiantes más grandes que se han vivido últimamente –más de 70.000 personas- todo transcurría pacificamente, pero había que “hacer algo”que justificara el sueldo de la Brigada Móvil de los Mossos d’Esquadra de ese día y se comenzó a “dar caña” sin ningún motivo. ¿banalización de la reperesión? Algo de ello hubo.


Mi hijo y quince compañeros suyos fueron emboscados por estos servidores de la ley en el momento en que, con la mani acabada, se dirigían a la asamblea que había de celebrarse en Plaza Universidad y que fue abortada por una ingente cantidad de lecheras de los Mossos. Mi hijo llegó a casa con un hematoma en la zona de los riñones. Lo tremendo fue su perplejidad: habían recibido porrazos porque a un mando de los Mossos le dio la vena al ver a quince jóvenes juntos o quizá porque con 17 años, en este país ya eres “el enemigo”)

Por favor, que nadie me venga ahora con que la violencia engendra la violencia porque a la hora de engendrar, el Estado, sus aparatos represivos y los banalizadores de la desgracia no sólo engendran que es una maravilla de ver, sino que señorean su victoria sobre los más débiles... que siempre son los mismos ¡cuanta casualidad histórica!




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5 comentarios:

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Una de las peores indignidades que hemos dado a luz es justamente esa, la violencia del Estado. El mismo que ha de protegernos es el que nos pisotea.

Un abrazo,

Francesc Cornadó dijo...

Hay despachos de abogados que son como auténticas hienas, siempre al acecho, dispuestos a atacar al más débil. Son carroñeros.

Apostados cerca de casa, dispuestos a la carga policial contra los universitarios, había doce furgonetas de mossos d'esquadra, dentro de cada una de ellas hay aproximadamente unos doce policías fuertemente armados, lo que llevan colgado de su cinturón: pistola, transmisores, porras, ganchos, esposas, puniciones, etc. vale más de seis mil euros por policía, a todo esto hay que sumarle el coste de los equipos y de los vehículos así como su consumo y despliegue colateral. Si echo cuentas me sale que lo que había apostado delante de casa cuesta cerca de dos millones de euros.
Que no nos pasa nada, salud.
Francesc Cornadó

Rosana dijo...

Joder Hugo, me parece..., pero no sé de qué me extraño.

hugo dijo...

Hola a Todos:
lamento llegar tarde, quizá muy tarde, pero entre un jakeo que no me permitía responder a comentarios hasta el día 9 de marzo y unido a ello alguna que otra puñalada trapera que te dejan un poco en "orsay", recién hoy puedo responder :

Pedro: Pienso que el Estado siempre nos pisotea lo que a veces, cuando la bonanza económica es la hostia, digamos que disimula un poco las formas, pero cuando hay lo que hay en estos momentos, no se andan con chiquitas,

salut

Francesc: Sencillamente lapidario e incontestable tu análisis. Ahora bien, se calcula que aquel día para reventar la mani -más allá de los provocadores profesionales que funcionan con fondos de las cloacas del Poder- necesitaron unas cincuenta lecheras, casi la totalidad de la BriMo. Sí y yo, con mis impuestos de autónomo colaboro pagándole el sueldo a estos servidores de la ley que emboscaron y apalearon a mi hijo. Todo es parte de un mismo proyecto y de un mismo ajuste de cuentas con las clases populares y así vamos otorgando mayorías absolutas a estos absolutos inútiles.
salut

Rosana: Sí Rosana y esto es sólo que el lobo a enseñado la patita, lo que se nos viene para fin de mes, cuando hayan ganado las elecciones andaluzas, será de arrea.

salut

Elysa dijo...

Y yo no sé que decir, hugo, porque se me acaban las palabras y los argumentos de tanto intentar explicar que debemos movernos, hacer algo... ya más pisoteados no podemos estar, ¿qué podemos perder?