viernes, 14 de enero de 2011

CORTAZARIANA (sin Instrucciones, -tresss-)





Para 0 comentario: Hace un par de días volvía yo del viaje a la luna que amablemente me había propuesto Rosana Alonso y, aunque convaleciente aún de una gripe que, por no ser “A” acabó siéndolo de todos los abecedarios conocidos, conservé alguna brizna de voluntad como para darme un paseo por la blosssossfera. No sin sorpresa, de la buena, claro –existe también la sorpresa maledicente, pero de esa hoy no comentaré nada-, pues encontré en algún blosss que se parafraseaba, paratextualizaba, intertextualizaba ¡y hasta intratextualizaba un homenaje! un texto que el Julísssimo pariera en los naifes sesenta. Me sorprendió porque se trataba de la “Instrucciones para darle cuerda a un reloj”, un texto –o videotexto, mejor- que hacía un par de semanas escasas yo le había entregado a las fauces de mi blosss. Y pensé, mira que hay Instrucciones en el Cronopio, pero o bien por una cuestión metafísica -¿o patafísica?- o bien producto del magma y el caos que reina en la red sin red, algo ha hecho que en un lapso muy breve un par personas hayan tenido una idea similar. Me sorprendió gratamente que, un nutrido grupo de comentaristas de aquel bloss prometieran aunar iniciativas para seguir homenajeando al Julio de todos los Cortázares que en Paris han sido. Luego pensé que nada de eso era nuevo, porque nada menos que Él, sí Él paratextualizaba, intertextualizaba ¡y hasta intratextualizaba un homenaje a un texto suyo! El capítulo 68 de Rayuela se melampa nada menos que a La inmiscusión terrupta de Cronopio. Tal como habéis podido observar en los dos videostúbicos anteriores

De todos modos, pienso que estos textos, Cronopios y la mayor parte de los capítulos de Rayuela, no resiste la comparación con toda su obra cuentística que supuso y supone una verdadera revolución en la concepción de la ficción breve escrita en castellano durante la segunda mitad del siglo XX.

...y hasta aquí llego, ahora vuelvo camino de la semilla a la compañía de Pausanias que no es la alegría de la huerta, precisamente, pero que tiene unos toques nada despreciables a la hora de conocer el imaginario griego.

Última aclaración: acabo de subir este texto y veo que mi amigo FrankEsnaolaJesús, supongo, ha subido una Instrucciones para saludar en Donosti. Evidentemente, no es a su entrada a la que hago referencia cuando menciono el homenaje supratextual de algún que otro bloss

salut

.
.

4 comentarios:

MARIA FABIANA CALDERARI dijo...

Se extrañó tu presencia. Gracias por regalarnos esta entrada. Saludos.

Jesus Esnaola dijo...

Estoy de acuerdo contigo, Hugo, en que la obra de Cortázar es mucho más grande que estos pequeños textos, fruto seguramente de ese gusto por el juego que consiguió no perder nunca. Si uno piensa en "Casa tomada", "La noche boca arriba", "Continuidad de los parques", "El perseguidor" y seguiría así un buen rato, las Instrucciones para subir una escalera o para dar cuerda a un reloj son más parientes de las instrucciones para servir una vaso de agua de Tip y Coll que de aquellos.

Ah y por mí no te preocupes que sé que si me tienes que tirar de la oreja lo harás sin que me queden dudas de que lo has hecho.

Abrazos, Viejo Topo.

Antonio Tello dijo...

Buenas viejo Cronopio, espero que ya estés recuperado, pero si no es así te invito a subir al avión el domingo y te vienes conmigo a tomar el sol. Un fuerte abrazo

Unknown dijo...

Poesia itrínseca.